Una visita al maravilloso país de Jordania, será un paseo inolvidable al conocer las excéntricas aristas que ofrecen los valores y las tradiciones que alberga la cultura. En este sentido cabe destacar se trata de un país que puede considerare sumamente árabe, debido a su calidez, hospitalidad y amabilidad de sus habitantes.
Los jordanos suelen pasan por alto los casos en que algún extranjero «rompe las normas» del protocolo inocentemente. No obstante, los visitantes que hacen un esfuerzo por seguir las costumbres locales siempre se ganan el corazón de los jordanos.
El visitante no debe perder la oportunidad de mezclarse entre la población para tomar un té o un café, lo cual, constituye una forma maravillosa de aprender más sobre la cultura local. Si le invitan a algún acontecimiento al que no puede acudir, es perfectamente aceptable declinar la oferta. Basta con colocar la mano derecha sobre el corazón y disculparse educadamente, de modo que ellos entiendan que sienten realmente no poder hacerlo aunque es realmente agradable la oferta.
Además, muchas familias, especialmente en las áreas rurales, son muy tradicionales y, si vista su casa, es posible que esté dividida en zonas para mujeres y para hombres. A menudo, a las mujeres extranjeras las tratan como a «hombres» honorarios.
Cabe destacar que la mujer jordana goza de una considerable libertad en comparación con las mujeres de otros muchos países de la región. Pues las mismas, reciben una educación completa, pueden votar, conducir y no es extraño que desempeñen papeles importantes en el campo de los negocios y la política; aunque los matrimonios pactados entre las familias y las dotes siguen siendo una tradición que aun se mantiene vigente.
Vía: Visit Jordan
Imagen: Descubre Jordania