Aunque al comienzo de la Guerra de Siria, Jordania abrió sus fronteras sin ningún tipo de dudas para las personas que deseaban huir de aquel país, ha llegado un punto en la actualidad en el que se comienza a creer que nada bueno puede resultar en caso de que la situación, como todo hace indicar, se perpetúe.

De hecho, no son pocos los sirios que se encuentran viviendo en centros para refugiados que han optado en las últimas semanas por volver a su país, con la implicación de regresar a un campo de guerra que ello significa, pero así y todo consideran que van a tener mejores condiciones de vida que en Jordania.

Esto tiene que ver, además, con los reclamos que el Gobierno de Jordania viene realizando desde hace meses a distintas organizaciones internacionales, acerca de la necesidad de que se donen alimentos, dinero, y demás elementos que se hacen indispensables para poder seguir asistiendo a los refugiados, que se cuentan por cientos de miles.

En concreto, las cifras indican que una enorme cantidad de sirios han vuelto a cruzar la frontera de regreso a su país, unas 9.000 personas hasta la semana pasada sólo en el mes de junio, teniendo en cuenta que el Gobierno de Jordania no pone trabas para el paso ni a uno ni a otro lado de los límites fronterizos.

Vía e imagen: El País