El turismo LGBT, o también conocido como el turismo de las comunidades gay y homosexual, además de lesbianas y transexuales, es uno de los que más crecimiento tiene todo el
mundo, menos obviamente en los países donde estas personas no pueden hacer demostraciones públicas ni estar orgullosos de su condición porque les caben penas que en los peores de los casos van hasta la quita de la vida.
Lo que sucede es que en la zona geográfica en la que se encuentra Jordania, prácticamente ninguno de los países permite que se desarrolle el turismo LGBT, aunque puedan ingresar obviamente personas de esta comunidad. Incluso, miles de jordanos concurrieron este año al Gay Pride de 2013 que se llevó a cabo en Tel Aviv, siendo Israel la otra nación que tiene consideraciones en este aspecto.
En este caso, Israel y Jordania, cuentan con la particularidad de que todos los países fronterizos a ellos penalizan la homosexualidad, y es por eso que decimos que se trata más bien de un oasis dentro del desierto que se vive aquí para este tipo de actividades. Incluso, en ambas naciones existen una serie de itinerarios relacionados con el turismo LGBT que se ofrece a los viajeros cuando ingresan a su país.
De hecho, en Jordania se ha vuelto cada vez más común que se organicen fiestas en la playa para las personas que quieran disfrutar de este tipo de encuentros dentro de la comunidad LGBT, más allá de que existen ciertas restricciones porque claro, una parte de la población no está de acuerdo con ellos. Afortunadamente, sin embargo, las mentes están más abiertas que nunca en el país.