614.jpg
Jordania, un país con más de cuatro mil años de historia y el testimonio de distintas civilizaciones son motivos más que suficientes para fijar la vista sobre este maravilloso territorio como un destino para nuestras próximas vacaciones, más aun si elegimos como época el verano.

En este sentido, este país del Oriente Próximo es tierra de contrastes: el fértil valle del río Jordán, con origen en el extremo sur del mar de Galilea y hasta el mar Muerto; las colinas palestinas, que forman parte de la cadena montañosa que además de Jordania atraviesa Líbano e Israel; la árida llanura de la meseta de Transjordania, y la meseta desértica de la zona oriental.

De esta manera, más allá de Petra, la emblemática ciudad milenaria excavada en piedra –considerada una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo-, o la capital, Amán, ejemplo de modernidad y tradición, con su templo de Hércules, el palacio omeya o el teatro romano, el país ofrece múltiples atractivos arquitectónicos y naturales.

Así, los viajeros qudarán cautivados al descubrir la reserva natural de Ajloun; el área protegida de arrecifes de coral de Aqaba, en el mar Rojo, destino ideal para los aficionados al submarinismo; el desierto de Wadi Rum, conocido también como el Valle de la Luna, ideal para realizar rutas 4×4 y escalada; como así mismo el oasis de Azraq, donde florecen miles de especies de flores salvajes.

Vía: La Vanguardia
Imagen: Groupalia

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.