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Uno de los sitios de amplio recorrido más importantes que podemos visitar en Jordania es el denominado “Camino de los Reyes”, una antigua ruta comercial de vital importancia para el creciente fértil, que unía el Nilo con el Éufrates cruzando la península del Sinaí y el Levante mediterráneo y que durante siglos se constituyó como un paso obligado para miles de personas.

De hecho, este sitio fue uno de los principales testigos del afianzamiento de las guerras entre los antiguos imperios, como Egipto, Hati o Asiria, y de algunas batallas libradas por el Reino de Israel y el de Judá, que derivaron con el tiempo en la conformación de la nación jornada, tal y como la conocemos hoy en día.

En la mayoría de los casos, este camino se visita comenzando el recorrido en Heliópolis y dirigiéndonos hacia el este, a la ciudad de Clysma. Luego de ello, atravesamos el desierto del Sinaí hasta llegar el paso de Mitla, que también cruzamos, y es en este punto donde nos encontramos ante las bellísimas fortalezas de Nekhl y Themed. El recorrido finaliza por el momento en el Mar Rojo, aunque hay quien se aventura hacia Eilat y Aqaba.

Ya más hacia la actualidad, el camino fue muy utilizado por los nabateos, que traficaban artículos de lujo como resina de incienso y especias desde el sur de Arabia hasta Petra, y aunque durante el período romano, una sección del camino formó parte de la Via Nova Trajana, que unía Europa con Arabia, esa sección ya casi es imposible de visitar, pues se encuentra en ruinas y es peligrosa.

Vía: Wikipedia
Imagen: Mi Ruta de la Seda

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