El teatro Romano construido en el siglo II durante el gobierno de Antonio Pio, es uno de los atractivos más atrayentes de dentro de los destinos turísticos de Amman, en Jordania. Es la reliquia más valiosa que la ciudad conserva de su historia. A pesar que su construcción data tantos siglos atrás, fue restaurado hace varias décadas.
Se encuentra ubicado sobre una ladera septentrional de una colina que en aquél tiempo fue utilizado como necrópolis. Sus increíbles instalaciones obligan a subir hasta la parte superior del teatro que ofrece una maravillosa vista de la ciudad y de las lomas que allí se encuentran.
La estructura tiene capacidad para unas 7.000 personas y allí de divide con tres gradas, de las cuales una está destinada a los gobernantes quienes se sentaban cerca del espectáculo; por otro lado las gradas de los militares en la zona media y finalmente la del pueblo, que se encuentra en lo alto del recinto.
Asimismo, el teatro tiene una importante connotación religiosa, ya que en aquellos años, la religión ocupaba gran parte del imaginario del pueblo y de los reyes. De manera que en la fila superior de los asientos albergaba la estatua de Atenea, una diosa que tenía un papel distinguido en la región.
Por otra parte, y para interés de los turistas, por delante del teatro se encuentra el Forum, que fue una de las plazas más grandes del Imperio Romano y de la que sólo restan algunas columnas y un parque que se ha construido sobre ella para su conmemoración. Como también, el Odeon, que data en la misma época que el Teatro y era utilizado para representaciones musicales.
Imagen: Indhu