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Hace seis años un grupo de cirujanos abrió una clínica temporal en Jordania, para operar a los iraquíes que no podían ser tratados en su propio país. Sin embargo, debido a la violencia reciente en Libia, Yemen y Siria, la clínica se vio obligada a continuar y expandir sus actividades.

Bajo estas circunstancias, se encuentra la historia de uno de los pacientes más emblemáticos debido a ser un pequeñ infante con importantes dolencias: Abdullah Dawoud yace en una cama de hospital. Apenas parpadea cuando la enfermera le retira las suturas alrededor de su ojo artificial.

Pues en el año 2006, durante un funeral de la familia en Bagdad, una bomba le quitó el lado izquierdo de su rostro y su pierna izquierda. Varios de sus parientes murieron a raíz de la explosión. Desde entonces ha sido sometido a 25 operaciones. Y sólo tiene 12 años de edad.

Abdullah se encuentra en un ala especial de un hospital de Amman, la capital, en la que un grupo de médicos de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) realiza cirugías reconstructivas de avanzada en las víctimas de la violencia en el Medio Oriente.

La clínica se estableció en 2006 como un proyecto temporal para tratar a los heridos de Irak, cuyas heridas eran demasiado complejas para ser tratadas en el país.

Pero las convulsiones políticas y la inestabilidad en la región en los últimos años obligaron a los médicos a ampliar los alcances del proyecto para lidiar con la creciente demanda.

En los últimos meses, además de iraquíes, llegan al hospital yemeníes, libios, palestinos y sirios.

Vía: BBC
Imagen: Global Doors bh

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