“No tenemos comida. Las familias están durmiendo en la calle. Estamos viviendo en una zona catastrófica”, fueron algunas de las principales declaraciones con las que Ahmed Al Saad, activista de los denominados Comités de Coordinación Local, quiso advertir tanto al Gobierno de Siria como al de Jordania acerca de la situación que viven actualmente.
En concreto, este hombre que ha ido adquiriendo relevancia conforme avanzan los meses en los campos de refugiados sin que los sirios tengan una definición sobre el futuro de su país, ha señalado que “cientos de familias están llegando a la frontera a diario, pero nadie puede cruzar”, por lo que de alguna forma están allí varados.
Hay que tener en cuenta, en primer término, que las declaraciones de Al Saad no hacen más que desnudar además otra realidad, y es que muchos sirios ya se encuentran cansados de vivir en los campos de refugiados, y prefieren tener que soportar la guerra de su país, y no las malas condiciones de vida que les propone otro.
Hay que recordar, en el mismo sentido, que esta especie de turba varada se produce como consecuencia de la decisión del Gobierno de Jordania de cerrar su frontera, luego de recibir más de 520.000 refugiados sirios. El problema es que ésta permanece sin puertas abiertas, tanto para salir, como para entrar.
Vía: Télam
Imagen: Iraq Solidaridad